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Mostrando las entradas de septiembre, 2019

Luna mía

Luna mía Tú que ardes y que brillas, tú que gritas de alegría, tú que me transmites energía, tú que eres mía, con tu esplendorosa risa, con tus cambios de ánimo, con tu forma de caminar  con tu acento tan extranjero al hablar, y con tu euforia momentánea. Tú mujer mía que te conviertes en mi luna, en mi fibra  en mi vibra, que me acurrucas con tus besos cálidos y tu piel tersa, tus senos de color miel que me besan, tu café amargo al despertar, y tus llantos ahogados. Tú que perteneces a este mundo y te niegas a ser como él. Tú que vives cada noche,  cada día al revés. Tú que sientes lo que siento, y que controlas, exploras y explotas mi fuego. Tú que a veces te sientes como nada cuando sé que eres el todo. Tú que a veces te sientes débil pero sabes que eres más fuerte. Tú mi rosa ardiente, mi reflejo de luna que centellas con tanto poder  que me absorbe. Por favor te pido luna mía que no te apagues, ni te escondas, no l

Cuestión de rabia.

La rabia del corazón es la maleza que crece en la inconsciencia y va creando dardos que apuñalan al oponente. La rabia es la opresión que ejercemos contra nosotros mismos y que nos envenena la boca y nos nubla la mente. La rabia es la acumulación de tristeza no expresada, es querer golpear desde adentro a la vida. Es querer apuñalar nuestros sentidos,  para drenar como un grifo. La rabia es sentirse solo con personas a tu alrededor. Es aquella que se va transformando desde el pasado, y que carcome nuestro futuro arduamente. La rabia es el ardor de una herida. Es el ciego que se golpea contra la pared de lo inevitable. La rabia es un hoyo; uno en la pared  y el segundo en el ama.  Es querer y no poder llorar de impotencia,  es hablar de fuego y quemarse, es querer resistir y desistir en el intento, es el llanto cohibido, es el fuego del vacío, es soñar con que algún día todo acabará, tan mal o tan bien que ya no importará, sólo deseando que